Historias inútiles de Delfina.

Consejos de una pelotuda parte 2.

Regla numero uno, no enamorarse con su hermosa sonrisa.

Si sos de esas pelotudas como yo que cada vez que sonríe se nos para el mundo, cuando lo saludan se ponen tan nerviosas que parece que te meas encima, lo siento, quiero informarte que tenes pelotuditis crónica, pero no te preocupes que se puede curar.

Te veo me sonrojo y tiemblo... Que idiota te hace el amor, somos una sociedad muy pasional, tal vez demasiado.

La sociedad será pasional  pero yo soy una atolondrada mental, no puede ser que por el mas mínimo movimiento ingenuo que el hace me sobresalte y me pueda dormir en paz, soy una conchuda, estoy mas loca que un caballo, nadie lo niega a eso, pero esto de ser tan atolondrada y pasional a veces me la juega en contra, y te puedo asegurar que me ves en mi cama tirada por cuatro largas horas con lagrimas en los ojos y leche chocolatada bien calentita.

Y dale alegría, alegría a mi corazón Que si me das alegría estoy mejor.

No lo puedo negar, por mas que seas el termómetro de mi estado de animo me haces feliz, me haces bien, con el solo echo de ser vos me alegras el día, lo seee, se que estas pensando, esta boluda se la re fumo y ahora me viene a escribir estos delirios suyos, bueno, nadie dijo que yo era normal y el titulo dice claramente que esto del amor me pone pelotuda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario